Los estándares de accesibilidad web son pautas y normativas diseñadas para garantizar que los sitios web y las aplicaciones sean accesibles para todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades. La World Wide Web Consortium (W3C) es la organización líder en el desarrollo de estándares web, y ha establecido las Directrices de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG) como el conjunto principal de estándares de accesibilidad web. La versión más reciente es WCAG 2.1, publicada en 2018.
Aquí hay algunos de los principios clave y pautas de WCAG:
- Perceptible:
- Texto Alternativo: Proporcionar descripciones de texto para los elementos no textuales, como imágenes.
- Multimedia Alternativo: Proporcionar alternativas para el contenido multimedia.
- Adaptable: Hacer que el contenido sea presentable de diferentes maneras (por ejemplo, a través de estilos o tecnologías de asistencia).
- Operable:
- Navegación y Teclado: Garantizar que todas las funcionalidades sean accesibles mediante teclado y no dependan exclusivamente del ratón.
- Tiempo Suficiente: Proporcionar a los usuarios suficiente tiempo para leer y completar tareas.
- Evitar Contenido con Riesgo de Epilepsia o Problemas de Atención: Evitar patrones de destellos o parpadeos que puedan causar convulsiones o problemas de atención.
- Comprensible:
- Legible: Hacer que el texto sea legible y comprensible.
- Navegación Consistente: Mantener consistencia y previsibilidad en la navegación y la funcionalidad.
- Entrada sin Errores: Evitar o proporcionar corrección para los errores de entrada del usuario.
- Robusto:
- Compatible: Hacer que el contenido sea compatible con las tecnologías actuales y futuras.
Es importante destacar que estos principios se aplican no solo a las personas con discapacidades, sino que también mejoran la experiencia general de usuario para todos. La implementación de estándares de accesibilidad web no solo es ética sino también legal en muchos lugares y puede ampliar la audiencia y la usabilidad de un sitio web.